viernes, 31 de octubre de 2008

Cistitis crónica y Espiritualidad

Una de las enfermedades más misteriosas para la medicina de nuestros tiempos es la cistitis crónica de las mujeres. Si uno revisa la literatura encuentra extensas explicaciones sobre la variedad de bacterias que pueden causarla, y muchas especulaciones acerca de por qué se produce la enfermedad, pero ninguna realmente acertada.
Sucede que hasta que la tecnología no permita desarrollar los instrumentos apropiados para registrar visualmente la energía sutil de nuestro cuerpo, la medicina ortodoxa no aceptará la conexión entre mente, cuerpo y espíritu.
Yo experimenté en mi misma la conexión entre una emoción y un síntoma muy contundentemente con el desarrollo de cistitis.
De mi propia vivencia y del testimonio de mujeres durante mi trabajo con los Talleres de Sexualidad puedo asegurar que la cistitis crónica está relacionada con una condensación de energía de rabia y agresividad que ocurre en la zona pélvica.
Cuando una mujer es "forzada" a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad, desarrolla cistitis a repetición.
Esta circunstancia puede estar muy sutilmente disfrazada, como la "obligación" que tiene una mujer de tener relaciones sexuales con su esposo, por razones sobreentendidas de su compromiso marital.
También es el caso de la mujer que tiene una cita amorosa y comienza a involucrarse físicamente con la pareja, pero no quiere llegar a consumar el acto sexual, y sin embargo el juego de excitación , más la insistencia de la pareja, más cierta pena de negarse, la llevan al acto mismo de la penetración, generando una mezcla de tensión y molestia, muy sutil pero contundente, que le provoca posteriormente la cistitis.
El origen de esta cistitis es resultado de la mezcla de fenómenos diferentes que están ocurriendo en cada capa del cuerpo que somos, pero que a la vez están muy relacionados.
A nivel intelectual, la mujer está luchando con una serie de pensamientos en donde están incluidos "lo que se supone que debe hacer", "como corresponde comportarse","el que dirán", todos asociados con reglas morales que lo que representan son convencionalismos locales, del juego particular que está jugando.
A nivel emocional, se enfrenta con su propia inseguridad de no tener la fortaleza de decir que no, con lo cual se despierta la rabia contenida que empieza a contaminar la zona.
A nivel físico ocurre la consecuencia del efecto del pensamiento y la emoción, y entonces todos los músculos de la zona se contraen, crean un efecto de falta de oxígeno y ocurre un sobrecrecimiento de las bacterias anaeróbicas, es decir, de aquellas que viven en un medio sin oxígeno.
Esto que suena como algo lento y por pasos, en realidad es prácticamente inmediato, y desesperantemente involuntario.
Nuestro cuerpo, con todas sus capas, es nuestro vehículo de experimentación.
Es el que nos permite la vida en el plano de la fisicalidad, y su funcionamiento y equilibrio es de una sutileza que no sabemos reconocer ni honrar.
La cistitis requiere un tratamiento médico con sustancias que eliminen las bacterias y recuperen el equilibrio, pero la reincidencia requiere un profundo estudio de los aspectos mentales y emocionales asociados con la sexualidad de esa mujer, para poder realmente sanar la enfermedad.
El masaje genital es una herramienta muy poderosa para tratar este problema.
Un masaje que incluya aliviar toda la tensión que se acumula en los músculos encima del pubis y llevar sangre y oxígeno a la vulva, el clítoris y la vagina internamente.
Al hacer un masaje profundo sobre el pubis o a nivel del punto G, se pueden despertar emociones de dolor, tristeza profunda e inclusive sensaciones de dolor físico de toda la vejiga.
Pero esto será perfecto, será la forma de drenar esas toxinas físicas y emocionales que están produciendo la enfermedad.
Otro elemento sanador para este problema es un ritual fundamental en la sexualidad tántrica que es la regla de "pedir permiso" antes de entrar, que debe cumplir el hombre antes de penetrar a la mujer.
Es una ceremonia de honra y respeto al Templo sagrado de la mujer que es su vagina, y ella debe sentirse completamente confiada en poder decir sí o no, sin que por ello sea juzgada o maltratada.
Probablemente diga siempre que sí, porque el solo hecho de que el hombre sea capaz de una sutileza, gentileza y dulzura tal como la que estamos describiendo, generará en la mujer una actitud de entrega, confianza y rendición que le permitirán una experiencia sexual relajada, con mucho oxígeno y mucha luz para sus genitales.

3 comentarios:

Maria Gabriela Santini dijo...

Gracias por tu comentario.
Los remedios herbales son una excelente alternativa contra los tratamientos repetidos con antibióticos.
Los link que pones son muy útiles.
Gracias por compartirlos :-)

Anónimo dijo...

Maria gabriela, quiero agradecer profundamente la generosidad con que compartiste tu texto, ademas de estar completamente de acuerdo contigo, porque en dos ocasiones de seis en tres meses que he padecido fuertes sistitis, he instintivamente acudido a los masajes. Y el alivio es casi inmediato. Tambien es coincidente con que comence una relacion de pareja que coincide exacto con el tiempo de estar juntos y el comienzo de esta cadena de recaidas. Generalmente mis malestares comienzan a los pocos dias de haber tenido relaciones sexuales p con el en donde no siempre he tenia orgasmos. Por favor is me puedes ayudar a encontrar mas infirmacion con respecto a la sistitis y Las relaciones de pareja estaria muy agradecida. UN gran abraso y muchas gracias otra ves.

Unknown dijo...

Muchas gracias, ahora entiendo todo ��