Tradicionalmente el 14 de Febrero se asocia con la celebración del Amor. Tanto del Amor de pareja como la Amistad.
Aunque el origen de esta fiesta se remonta a los principios de la civilización occidental, por allá por la época de Babilonia, es a partir de festividades celebradas en la Roma antigua que se consolida la práctica de esta celebración.
Para entenderlo debemos colocarnos a través de un ejercicio de imaginación directamente en esa época. Primero consideremos que el año romano comenzaba en Marzo con la llegada de la Primavera. Por lo tanto el mes de Febrero era el último mes del año y las prácticas que se realizaban tenían la intención de preparar para la llegada de ese nuevo año.
El 13 de Febrero comenzaba el Festival de Parentalia y Feralia. El primer día se dedicaba a la paz, el amor y los asuntos domésticos. El día 14 recibía el nombre de Lupercalia. Ese día se celebraba un ritual en la Cueva de Lupercal, donde decía la leyenda que habían sido criados por una Loba, Rómulo y Remo los gemelos fundadores de la ciudad de Roma. Se congregaban en la cueva los sacerdotes que realizarían el ritual, la Vírgenes Vestales y los nobles jóvenes varones que serían iniciados.
Las Vestales ofrecían alimentos para la veneración de las fuerzas cósmicas en forma de Dioses, y los sacerdotes, hombres desnudos sacrificaban animales con cuya sangre luego ungían a los varones jóvenes a iniciarse. Luego estos varones iniciados corrían y bailaban llevando en sus manos un látigo de cuero llamado februa, y jugaban a azotar suavemente a hombres y mujeres que se atravesaran en su camino, o que se colocaran para ser azotados a propósito. Era la creencia que la mujer que era azotada de esta forma incrementaba su fertilidad, aún en caso de que fuera reconocidamente estéril.
Podemos imaginar la intensidad de la energía erótica que se despertaba en este ritual. Analizando descriptivamente los elementos en juego podemos transportarnos un momento en el tiempo y sentir la fuerza del erotismo. Las Vírgenes Vestales eran las sacerdotisas encargadas de custodiar el Fuego Sagrado. El fuego simboliza la Luz del Espíritu y es a la vez el elemento purificador por excelencia. Los sacerdotes desnudos sacrificaban a un macho cabrío y a un perro. El macho cabrío simbolizaba el vigor sexual y el perro simbolizaba el animal que protegía a las cabras del ataque de los lobos. Los varones iniciados corrían juguetonamente semidesnudos azotando a hombres y mujeres, pero principalmente mujeres que en algunos casos se desnudaban para que el efecto de la experiencia fuera más intenso. Se pensaba que el azote con la februa producía buena suerte, favorecía la posibilidad de salir embarazada y tener un parto fácil.
Es interesante analizar que desde el punto de vista de fertilidad, en un mes de 28 días, el día 14 representa el día de la ovulación, es decir, el día fértil de ese ciclo menstrual. Tenía que tener una razón profunda la actuación de un ritual tan erótico en el momento más fértil simbólicamente. Nada de extraño tendría que los actos sexuales realizados en el furor de la energía sexual incrementada por el ritual, la desnudez, el vino y los azotes, estimulara de tal forma la producción de hormonas sexuales, que fuese casi segura la fecundación.
Es importante saber que la palabra februa deriva del Latín y quiere decir “purificar”. La práctica del azote era entonces una práctica purificadora, y eso tenía la finalidad de preparar el cuerpo para la llegada de la Primavera cuando comenzaría el nuevo ciclo de fertilidad de la Naturaleza. Así que este ritual se consideraba una práctica de purificación y el mes de Febrero sería el “mes de la purificación”.
El Festival se dedicaba también a la veneración de la Diosa Juno la Fructificadora, Diosa Romana de las Mujeres y del Matrimonio. Durante la festividad se realizaba lo que se llama la “Lotería del Amor”. Se preparaba una caja o urna en donde se colocaban los nombres de las jóvenes mujeres que estuviesen solteras. Luego los jóvenes hombres solteros sacaban un nombre de la caja y la elegida sería su pareja tanto para la celebración del festival como por todo el año siguiente. Estarían juntos para bailar, celebrar, hacer juegos eróticos y acompañarse. Esa unión luego se prolongaría durante un año y de ella surgían muchas veces los matrimonios.
Esta práctica se mantuvo por siglos en el Imperio Romano y llegó a trascender hasta países como Inglaterra y Francia. Durante la época de los caballeros medievales había un ritual parecido. En una caja se colocaban los nombres de los hombres solteros y en una la de las mujeres solteras. Luego se sacaban los nombres por pares. El caballero entonces se escribía el nombre de la dama en la manga de su camisa, y quedaba comprometido a atenderla y protegerla.
Cuando se instaló el Cristianismo se hicieron muchos intentos de neutralizar y sustituir esta práctica pagana. Uno de los intentos fue que el día 14 de Febrero en vez de sacar los nombres de las damas casaderas, se sacaba los nombres de Santos. Participaban en la lotería tanto los hombres como las mujeres, y la idea era que el resto del año, la persona hiciera el intento de vivir la vida como la había vivido ese Santo. De más está decir que esta práctica no era nada popular, y que tuvo que ser abandonada en varias oportunidades en que se intentó su aplicación.
Finalmente la Iglesia Cristiana le asignó un santo al día 14 de Febrero. Dice la literatura religiosa que hay 3 San Valentín descritos sin que esté muy claro cuál de ellos es el que se venera en esta fecha. Hay una leyenda que dice que existía un sacerdote llamado Valentín en la Roma antigua durante la época del Emperador Claudio II. Este emperador decretó la prohibición de que los hombres jóvenes se casaran. Esto con la intención de aumentar el número de soldados para la guerra. Se dice que el sacerdote Valentín se negó a obedecer esa orden y realizaba los matrimonios en secreto. Al ser descubierto es enviado a prisión y condenado a muerte. Durante su reclusión el sacerdote se había hecho muy cercano a la hija del carcelero a la cual había sanado. Se dice que la noche antes de su ejecución, le escribió una nota a esa joven, y la firmó “tu Valentín”…de ahí nació entonces la costumbre de entregar una nota a la persona amada, el 14 de Febrero.
Hoy en día se reconocen dos símbolos característicos del Día de San Valentín.
Uno es Cupido, ese pequeño angelito con un arco y una flecha en la mano, que le encanta hacer travesuras disparando al corazón de los humanos y hechizándolos con el Amor. Cupido es según la mitología romana, el hijo de la Diosa Venus, diosa del Amor y la Belleza. El nombre Cupido viene del Latín “cupere” que significa “desear”. Este mismo personaje según la mitología griega recibe el nombre de Eros.
El otro símbolo por excelencia es el Corazón. Aunque las formas de Corazón que utilizamos en la escritura no se parecen a un corazón de verdad, todos sabemos que llevan un mensaje implícito de Amor y Deseo. Algunas fuentes dicen que su forma parece los senos de una mujer, mientras que otros dicen que parece las eróticamente enrojecidas nalgas de una mujer en un elevado estado de excitación sexual.
En fin, podemos disfrutar meditando en todo este significado y simbología que nos llevan a una conexión más allá del Tiempo y del Espacio con la fuerza cósmica del Amor y la Energía Sexual...
No hay comentarios:
Publicar un comentario